SEAMOS UNO PARA RECONECTARNOS CON LA COMUNIDAD

Romanos 12:2

“No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.”

En la lista de frases usadas en exceso en los últimos dos años está la palabra … “¡la nueva normalidad!”

¡Es un término que usamos para articular la creencia de que algo ha cambiado fundamentalmente en nuestras circunstancias, y ha creado cambios posteriores en la forma en que necesitamos pensar, sentir y/o comportarnos!

¡Uno de los riesgos de esta mentalidad es, sin pensar aceptar cambios que no son ni cambios reales, ni cambios ideales!

¡No son cambios reales significa que lo que ahora es diferente no TIENE QUE seguir siendo diferente en el futuro!

¡Estos no son cambios ideales queriendo decir que lo que es ahora diferente, si se permite continuar, tiene  impactos negativos!

¿Un ejemplo de eso? ¡Nuestra desconexión con la comunidad!

A principios del covid, todos experimentamos una interrupción sin precedentes… ¡La cuarentena, resultó en que muchos se DESCONECTARAN DE LA COMUNIDAD!

¡La nueva normalidad se convirtió en «conexión débil» a través de la iglesia en línea y ZOOM!

Por un período de tiempo, todos estuvimos muy agradecidos por estas tecnologías y lo que proporcionaron… ¡¡¡TEMPORALMENTE!!!

Es como el matrimonio que está destinado a ser una imagen temporal de la relación de amor que Jesús te invita a tener con Él. Pero, no es un sustituto de tu relación personal con Cristo. ¡Una imagen, sin importar qué tan clara sea, JAMÁS podría tomar el lugar de la cosa real!

¿Te imaginas a una pareja de recién casados ​​elijan pasar su noche de bodas separados en un hotel? No importa cuán lujoso sea el hotel, no importa cuán deliciosa sea la comida, no importa cuán vívida sea la imagen, ¡simplemente no se compara con estar JUNTOS!

La tecnología moderna tiene muchos beneficios. Podemos usarla de muchas maneras positivas. Pero debemos tener cuidado con las consecuencias no deseadas. Es genial que podamos transmitir en vivo nuestros servicios, pero mirar en nuestra computadora, sin importar cuán vívida sea la imagen, no es un sustituto adecuado para estar juntos.

Dios ha llamado a Su iglesia a reunirse para adorar, animarse unos a otros, ayudarse unos a otros a crecer y cuidarse unos a otros. Ver una imagen en casa… simplemente no es lo mismo.

Un impacto que nuestra respuesta al covid ha tenido en demasiados cristianos es que hemos caído desafortunadamente, en algunos hábitos que se han convertido en nuevos hábitos inaceptables. Uno de ellos ha sido la devaluación de reunirse en persona para ser la iglesia. ¡Si se permite que continúe, tendrá un impacto cada vez más negativo!

¡Por tu bien y el de aquellos que necesitan tu ánimo y cuidado, hagamos que reunirse sea una prioridad nuevamente!

Rechacemos esta nueva normalidad y… ¡Seamos UNO volviéndonos a conectar con la comunidad!